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Laváis los cogollos pero sin pasaros, ya que los insecticidas, los abonos y la manipulación manual, le dan ese ligero sabor artificial al que todos estamos acostumbrados.

Cortáis los cogollos por la mitad, echáis por el orden que os indico: la sal, el vinagre y el aceite de oliva. Como si estuvierais preparando una ensalada.

Finalmente, expolvoreáis pimienta negra por encima. Si tenéis un rallador de pimienta, pues mucho mejor.

Como ya queda "fetén", es poniendo una anchoa por arriba antes de la pimienta y usando el aceite de la lata de anchoas, en vez del de oliva. Esa era mi idea inicial, pero me comí todas las anchoas haciendo la receta de canapés de queso con anchoas. En cualquier caso, ya tendrías que abrir la lata de anchoas y eso no es fácil...