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Bueno, aunque mi intención es no engañaros... pues lo he hecho. La receta como tal, pretendía ser tarta de queso con mermelada de frambuesa y el caso es que, a la hora de confeccionarla,, me encontré con que no tenía suficiente mermelada, así que decidí completarla con mermelada de fresa y mira por donde, no está nada mal.

"Pa" empezar, batimos los cuatro huevos y los mezclamos con el queso de untar, azúcar y la nata (gracias a Daniel que nos ha correjido la receta porque se nos había olvidado poner la nata). Como me imagino que el queso no se os habrá mezclado bien, pues lo metéis un par de minutos en el microondas, lo sacáis y a remover de nuevo.

Lo volvemos a poner en el microondas a fuego "tope guays" (máximo) y cada 1 o 2 minutos lo volvemos a remover a conciencia. Esto, lo haremos porque en el microondas, se cuajará antes por los lados que por el centro.Metemos, sacamos, removemos, metemos, sacamos, removemos, ... así hasta que consigamos una textura adecuada, es decir, hasta que parezca más o menos natillas pero un pelín más espesas. No es muy importante que salgan algunas burbujas puesto que luego las taparemos con la mermelada y no creo que nadie la aparte para ver los defectos.

Una vez que lo tengamos, si lo habéis hecho en un recipiente profundo, lo volcamos a uno que tenga menos altura y lo dejamos otro par de minutos. Lo dejamos enfriar y cuando "yaess'sté", lo cubrimos con la mermelada.