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Esta vez vamos a elevar un grito en pro de las nobles albóndigas. Pobres albóndiga, tan presente en nuestra vida y tan poco reconocida.
Ya desde pequeños las envilecemos no sabiendo nombrarlas: "almóndigas", "albondiguillas", etc; después las relacionamos directamente con prodcutos extraídos de nuestra nariz y finalmente, las olvidamos hasta que las volvemos a ver para recordarlas con añoranza y volverlas a olvidar.
Triste albóndiga, tan presente en nuestra vida y tan ignorada ella.
Bien, pues la realización de albóndigas es tan agradecida como su sabor. Primero, deberemos mezclar la carne picada junto al ajo bien picadito, el perejil y un poco de sal. Si ya es satisfactorio mezclar carne picada y recordar célebres películas como Viernes 13, La matanza de Texas, ... lo sublime es tenerlo que hacer además con el huevo batido. Recomiendo desconectar el teéfono, igonar si llaman a la puerta o cualquier otra cosa que nos distraiga durante el maravilloso momento de la mezcla manual.
Calentaremos aceite en una fuente para microondas al menos 3 minutos.
Ahora, haremos pelotillas con la carne picada y las enharinaremos para después revolverlas en la fuente con el aceite caliente.
Añdimos el vino tinto y los pimientos a la reunión de pelotillas y las dejamos en el microondas, por lo menos de 5 a 10 minutos, hasta que se empiecen a oscurecer.
Por otro lado, iremos cortando las patatas en taquitos y cuando ya estén hechas las albóndigas, calentaremos en otro cacharro otro poco de aceite donde revolveremos las patatas. Lo dejaremos hasta que éstas se noten ya blanditas.
Con las patatas por un lado y las albóndigas por otro, las mezclamos y las revolvemos bien. Lo dejamos otros 5 minutos y, a comeeeeeeeer.